Justo a cinco días…

Con una casi intacta guía Lonely Planet en el escritorio, la cual compré a regañadientes después de mucho resistirme y tras librar intensa discusión con mi yo despreocupado, me hallo frente a la computadora cumpliendo un objetivo trazado meses atrás (quizá años) y será justo admitir que en gran medida fui arrastrada a este punto por un amigo que ayer me invitó a ponerme un reto y cumplirlo este día .

A cinco días de mi partida, abro mi blog: Un Viaje al Interior.

Más allá de los golpes en el teclado y las emociones que rompen en mi pecho, un remolino de disertaciones sin veredicto gira sobre mi cabeza: ¿contratar seguro significaría un costo o una inversión al final? ¿será mejor pedir alojamiento los primeros días o resguardarme en un hostal para mayor libertad? ¿Conocer Perú a mi llegada o dejarlo para el final?

Decisiones que al cabo de unos días estarán tomadas y sólo al paso de meses sabré si fueron acertadas. Y es que la vida es así #lugarcomun dirán pero siempre he dicho que somos el resultado de un cúmulo de decisiones tomadas y no tomadas. Podría sonar tan infantil como elegir entre fresa y chocolate y al final saber si tu helado fue magnífico o te dejó desencantado.

Y sí, en gran medida es así de simple. Siempre tienes el poder de elegir pero No siempre el derecho de acertar.

Durante la planeación de este viaje he dejado atrás muchas decisiones desatinadas y he pagado literalmente un costo por ellas, como lo fue el haber elegido una fecha de inicio presurosa y, tras diversas circunstancias sobre las cuales no tuve el control, haber tenido que atrasar mi vuelo y enmendado mi actitud ingenua.

El 25 de julio Si Dios Quiere y si las circunstancias van en sintonía, iniciaré un viaje al interior de América del sur, que a la par de desempolvar mis añejos deseos de explorar mi propio continente y reconocer las raíces que nos unen, será un viaje para desarmarme, restaurarme, conocerme, desconocerme y si es necesario, reinventarme. Será Un Viaje al Interior…